jueves, 23 de febrero de 2023

Ave María, Reina Invicta: oración a la Santísima Virgen María



¡Ave María, Santa y Pura Fuerza Regente!

¡Ave María, joven judía rebelde y valerosa!

¡Ave María, valiente y confiada Esclava del Señor!

¡Ave María, Madre que acompañó y enseñó al Jesús Niño!

¡Ave María, Señora que cuidó de Él, y que confió en el Señor cuando, a Sus doce años, cualquiera hubiese llorado de angustia!

¡Ave María, que Le vio con alegría narrando Sus parábolas, sanando enfermos y echando fuera demonios!

¡Ave María, que le vio injustamente juzgado, crucificado y maldito, y que le acompañó en ese "Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen"!

¡Ave María, que esperó confiada aún tras la misma Muerte de Su Salvador, esperando en el Señor, sin ceder al Samael que le tentaba!

¡Ave María, que supo de Su Resurrección, y asumió con alegría el encargo de ser Madre y Regente de la Iglesia!

¡Ave María, a quien el mismo Pedro, representante de Cristo, se sometió siempre con docilidad!

¡Ave María, la que murió en Antioquía tras décadas de encauzar la Obra de Su Hijo!

¡Ave María, Dulce Consuelo, Mediadora de todas las Gracias!

¡Ave, Inmaculada Concepción!

¡Ave, Madre mía, Quien me protegió y sanó incluso en esas rebeldías que, en Su Infinita Sabiduría, el Señor permitió para mí!

¡Ave María, a Quien acudí con confianza en mi angustia!

¡Ave María, ave, ave!

¡Ruega, Señora de Cielos y Tierra, por nosotros, para que seamos dignos de alcanzar las Divinas Promesas de Nuestro Señor Jesucristo!

¡Se, Señora, protectora mía en particular, para que, como la Iglesia Universal de la que eres Reina, no me aparte yo jamás del Camino del Señor!

¡Amén! ¡Así sea! ¡Gloria a la Reina Santa!

Beato Michaeli: oración a San Miguel Arcángel


¡Alabado sea Tu Padre, oh, Noble Arcángel del Dios Altísimo!

¡Alabada sea Tu Reina, oh Espada de María!

¡Benditos sean Tus Santos Súbditos, oh grandioso y humilde Príncipe celestial!

¡Tú que gritaste, "quién como Dios"!

¡Tú, nobilísimo Protector de Israel!

¡Tú que ejerces la Espada para corregir a los hijos rebeldes!

¿Quién como Tú, Mikhael, entre los ángeles?

¿Quién como Tú en la alegría del servicio a los santos, y a quienes están destinados a serlo? 

¡Tú, que Te humillaste ante Dios, y de Él recibiste la fuerza para vencer al coloso, al inimaginablemente grande Samael! 

¡Tú, que hiciste posible expulsar a los ángeles rebeldes!

¡Bendito y alabado seas, por la grandeza de Tu humildad!

¡Bendito y alabado seas, oh Mikhael, y tiemblen ante Ti las huestes infernales!

¡Se Tú, poderoso General de los Ejércitos del Altísimo, mi Protector y Guía, mi Luz en el camino de la batalla contra ese al que echaste fuera!

¡Se mi amigo y consuelo, dos roles que sé que asumirás con toda alegría, por estar Tú unido a la misma Naturaleza de Dios!

¡Glorioso Arcángel San Miguel, ruega por nosotros!

¡Santa María, envíalo a nosotros!

¡Todo esto Te lo pido en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, siempre Oculto y siempre presente Director Tuyo!

¡Amén!

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