miércoles, 23 de junio de 2021

Una defensa del término "neoliberalismo"



Uno de los más interesantes aspectos de las aportaciones de Milton Friedman se refiere a la economía política, como lo representa su obra Capitalismo y Libertad, siendo quizá la que más ha perdurado y el aspecto más relevante de su legado, por haber influido profundamente a la población a la hora de adoptar una visión del mundo más favorable al mercado y menos al gobierno.

El hombre y su circunstancias están íntimamente relacionados. La defensa que Friedman hizo de sus ideas se benefició de la Guerra Fría, que fue testigo del impulso que Estados Unidos diera a una creencia idealizada en el libre mercado como parte de su respuesta al desafío geopolítico que significó la existencia de la Unión Soviética. También se benefició, según Palley, del contraataque que las corporaciones levantaron contra las políticas y economía del New Deal[1], esto es, el programa de reformas de la política interna de Estados Unidos que impulsó el presidente Franklin Delano Roosevelt tras la Gran Depresión (término que, de hecho, él inventó) surgida del crack de 1929, programa lo que hoy llamaríamos típicamente keynesiano (aunque la Teoría General no se publicó  hasta 1936), incluyendo grandes programas de obras públicas y nuevos sistemas de regulación[2].
Así, el respaldo recibido en los años cincuenta por parte del American Enterprise Institute resultó crucial para hacer de Friedman un intelectual con presencia pública. Dicho lo anterior, hay que señalar que si la circunstancia fue propicia para su visión de la política económica, él fue también el hombre para la circunstancia.
Friedman y George Stigler, su colega de Chicago, han sido considerados como los padres del neoliberalismo estadounidense. Palley define al neoliberalismo como una filosofía tanto política como económica, que sostiene, en términos políticos, que una economía de mercado laissez-faire es la mejor forma de promover la libertad individual, y en términos económicos, que el capitalismo desregulado es la mejor vía hacia la eficiencia y el bienestar económico[3], a lo que yo añadiría algunos detalles más.
Es común entre los (neo)liberales afirmar que semejante término es un sinsentido académico, un absurdo, sobre la base de dos argumentos que, no está de más decirlo, son a mi parecer completamente ridículos, y un tercero más respetable, que refutaré también.
El primero de ellos viene de la mente del que es, con certeza y por lejos, el economista más relevante de la Argentina actual, el señor Javier Milei.
Durante una de sus visitas a Intratables, el programa de política más relevante de la Argentina, y según registra Panam Post, nuestro apreciado economista se expresó de la siguiente manera[4]:

“El que dice neoliberal es un bruto, porque la palabra liberal viene de libertad. Entonces no hay una nueva libertad o una vieja libertad. Hay libertad o no hay libertad. Cuando tenés un gobierno de características liberales hacés culto de las libertades individuales, de los derechos de propiedad y le devolvés plata a la gente, no la matás con impuestos. Este gobierno de tecnócratas donde no se dan cuenta que la presión fiscal que hoy tenemos fue diseñada cuando los mecanismos de control eran otros. Con los avances de la tecnología esta presión fiscal hace que este país sea invivible e inviable. Con esta presión fiscal esto va de mal en peor”.


El segundo, el de la señorita Gloria Álvarez Cross, tiene una calidad aún peor. En su entrevista para Cultura Colectiva junto a su correligionario y colega de aventuras, el señor Axel Kaiser, dijo esto[5]:

[...]Y cuando hablamos de un neoliberalismo, a mí me gustaría que la gente me explicara de qué estamos hablando, porque no puede haber un "neo" si antes no hubo un liberalismo. Y liberalismo, o sea liberalismo como lo que yo propongo, que es liberación absoluta de un mercado, sin restricciones, sin aranceles, sin monopolios, con competencia abierta, con libre movilización de capitales, de bienes y de personas, nunca ha existido en América Latina, a excepción de pequeños períodos[...]

Como me gusta matar dos pájaros de un tiro, voy a responder a ambos argumentos a la vez: empiezo por decir una perogrullada: el liberalismo no es lo mismo que la libertad. El liberalismo, como defensa de la libertad que es, evoluciona de forma constante tanto a nivel teórico como meramente práctico, siendo afectado por el devenir de la historia y pudiendo por tanto ser interpretado en su debido contexto. En ese sentido, no es desatinado dividirlo en fases, como se ha hecho con otras tantas ideologías como el marxismo o el fascismo en función de dicha evolución.
En muchos idiomas, cada vez más a punta de globalización, es común dividir a un fenómeno social en nuevo y viejo en función de un punto de ruptura histórico. Como ejemplo, podemos citar el concepto de "neonazismo" (término que, muy irónicamente, utilizó Álvarez para referirse a los señores Laje y Márquez, además de aparentemente insinuar su homosexualidad[6]): una continuidad del nefasto nacionalsocialismo de los años 30 y 40, después de la ruptura histórica que representó el final de la Segunda Guerra Mundial.
El punto de ruptura histórico en el caso del neoliberalismo, es el resurgir liberal en los años 70, tras la Gran Depresión.
Pero...¿Cuál sería exactamente la naturaleza del neoliberalismo? Debo confesar que una de mis derrotas en debates la tuve con un liberal sin lugar a dudas más culto que la señorita, al afirmarse por mi parte que el nuevo liberalismo era un movimiento. Esto es definitivamente falso: un movimiento incluye una suerte de consciencia colectiva, de unidad, que en el neoliberalismo no existe. Un anarcocapitalista, un liberal conservador y un minarquista de tendencias progresistas difícilmente se considerarán parte de un mismo grupo político o ideología.
Sin embargo, para fortuna de mi argumento, el lenguaje registra otros ejemplos de unidades ideológico-políticas que carecen -paradójicamente- de un sentido de unidad. La izquierda, la derecha y el mismo liberalismo, son ejemplos de ello. Es esto lo que me inspiró a, a falta de uno conocido, inventar un nuevo término que permita entender a estos fenómenos (cosa que, por otro lado, no hubiera sido necesaria teniendo en cuenta lo anterior). Este término es el de esquema práctico: un conjunto de movimientos conceptualmente unidos por una búsqueda, o en su defecto, una oposición común. En el caso de la izquierda, la búsqueda común sería la mayor igualdad considerada conveniente o posible. En el caso de la derecha, los une conceptualmente el rechazo hacia el concepto de igualdad. En el del neoliberalismo, por su parte, lo hace la búsqueda de la mayor libertad económica posible.
Esto implica que, en su constitución conceptual, los aspectos éticos y políticos están subordinados a la economía. Esto no quiere decir que un neoliberal particular no pueda partir de nociones morales o de la cosa pública, pero no es esto lo que hace al concepto: lo es una determinada posición sobre la administración de recursos. Es por esto que existen neoliberales conservadores, progresistas o indiferentes a estos temas.
En cuanto a lo que llamamos neoliberalismo ideológico esquema ideológico neoliberal (no me gusta definir al neoliberalismo como ideología por las mismas razones por las que no lo defino como movimiento), sería el pensamiento propio de estas personas, y los sistemas neoliberales, el orden surgido de o inspirado en estas ideas.
Esto sirve también para refutar el tercer y último argumento utilizado por los neoliberales para escudarse de esa denominación: el de la continuidad ideológica del liberalismo. Después de todo, también hay continuidad entre Goebbels y Hitler y un líder de una banda neonazi promedio de la actualidad.

Bibliografía

1.Palley, Thomas I. "Economía y economía política de Friedman: una crítica desde el viejo keynesianismo". Página 26. Ver informe completo en: https://www.redalyc.org/pdf/601/60132270001.pdf

2.Resico, Marcelo. Gómez Aguirre, Maximiliano. "La crisis de 1930 y las políticas del New Deal:
un examen desde la economía y las instituciones". Ver informe completo en: https://repositorio.uca.edu.ar/bitstream/123456789/2132/1/crisis-1930-politicas-new-deal.pdf

3.Palley, Thomas I. "Economía y economía política de Friedman: una crítica desde el viejo keynesianismo". Página 26-27. Ver informe completo en: https://www.redalyc.org/pdf/601/60132270001.pdf

4.Duclos, Marcelo. "Javier Milei: “El que dice neoliberal es un bruto”. Ver informe completo en: https://es.panampost.com/marcelo-duclos/2017/02/18/javier-milei-neoliberal-argentina/

5.Fundación Para el Progreso. "¿Neoliberalismo o liberalismo? | Gloria Álvarez y Axel Kaiser - Cultura Colectiva". Ver video completo en: https://www.youtube.com/watch?v=mlCBWKPH4kc

6.YouTube. "Gloria Álvarez - Cómo hablar con un Conservador", minuto 7:37. Ver video completo en: https://www.youtube.com/watch?v=nDBHqoGk9W4&feature=youtu.be&t=504

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