sábado, 10 de julio de 2021

Orígenes y refutación del concepto de "marxismo cultural"


En este artículo, veremos los orígenes y desarrollo de la más popular teoría conspirativa de la derecha política: el marxismo cultural, y porqué el concepto no tiene sentido. Aprovecho para adjuntar un largo texto en defensa de la historicidad del Holocausto que podrán encontrar en Wattpad, siendo que aquí vamos a hablar, sí, sobre judíos [1].

El marxismo cultural.

¿Quién no ha oído hablar de ella? Es la teoría conspiranoica predilecta de cuanto ultraderechista he conocido. Desde los Estados Unidos hasta la Argentina con Laje y Márquez, su poderío abarca a todo el mundo occidental. Pero...¿Hasta qué punto se sostiene? En los siguientes párrafoss, analizaremos en detalle sus orígenes como concepto y su verdadera naturaleza.

Orígenes del concepto

Tal y como lo explica el blog Breitbart Watch and Alt-Right Watch, los orígenes del término marxismo cultural son oscuros, y no por desconocidos. Los primeros en utilizar una idea parecida fueron Adolf Hitler y los nazis. Los nazis necesitaban un enemigo que fuese tanto marxista como judío, y al que se pudiera culpar por el incremento de la homosexualidad y la degeneración de la cultura, y lo encontraron en la Escuela de Frankfurt[2], un grupo de intelectuales asociados con el Instituto de Investigación Social en Frankfurt am Main, Alemania, fundado por Carl Grünberg en 1923 como adjunto de la Universidad de Frankfurt. Los miembros de esta Escuela intentaron desarrollar una teoría de la sociedad basada en el marxismo y la filosofía hegeliana, pero también en el psicoanálisis, la sociología y la filosofía existencialista. Utilizaron conceptos marxistas básicos para analizar las relaciones sociales en el capitalismo, la así llamada teoría crítica, que arrojó influyentes críticas sobre las corporaciones y monopolios, la tecnología, la industrialización de la cultura  y el declive del individuo en las sociedades de mercado[3]. 

Fue así como surgió el término bolchevismo cultural, el abuelo conceptual de las acusaciones de Laje contra el Foro de Sao Paulo. En 1935, Alemania prohibió la música de jazz en público, en la radio alemana. El diario sueco Svenska Dagbladet escribió el 13 de Octubre de 1935 que los nazis estaban limpiando el bolchevismo cultural de la cultura alemana, declarando que desde este sábado en adelante, toda la música de baile negro está prohibida en la radio alemana.

Si uno lee la propaganda y los medios de comunicación nazis de las décadas de 1920, 1930 y 1940, a menudo llega a verse la expresión bolchevismo cultural, junto a referencias a la malvada Escuela de Frankfurt. La quema de libros nazis fue parte de la campaña contra el bolchevismo cultural, así como la prohibición de la música degenerada. Los nazis afirmaron que la cultura estaba siendo destruida por una conspiración judía, en la que los marxistas judíos de la Universidad de Frankfurt jugaron un papel crucial.

"El triunfo cultural-hebreo en Thuringen"

Pronto la prensa nazi se llenó de referencias al bolchevismo cultural. El periódico nazi más relevante, el Völkischer Beobachter, escribió sobre la odiada música de jazz en Diciembre de 1931, bajo el título de El triunfo cultural-hebreo en Thuringen.

Muchos artistas fueron expulsados de Alemania durante los primeros años del Reich de los Mil Años, citando a este proto-marxismo cultural como la razón legal para ello. Muchos artistas fueron prohibidos y no se le permitió ingresar al país. El diario sueco Dgens Nyheter informoó en 1934 que el compositor húngaro Bela Bartok fue incluido en la lista negra por ser un bolchevique cultural. El autor de este mito antisemita es desconocido, pero probablemente sea Adolf Hitler. Lo que sabemos es que escribe sobre esta supuesta conspiración judeobolchevique en el capítulo X del primer libro de Mein Kampf, publicado en 1925, afirmando que 2el bolchevismo en el arte es la única forma cultural posible de vida y expresión espiritual del bolchevismo en absoluto[...]Incluso antes del cambio de siglo, un elemento comenzó a entrometerse en nuestro arte que hasta ese momento podía considerarse completamente extraño y desconocido. Sin duda, incluso en épocas anteriores hubo aberraciones ocasionales del gusto, pero tales casos fueron más bien descarrilamientos artísticos, a los cuales la posteridad podría atribuir al menos un cierto valor histórico, que los productos que ya no son de una degeneración artística, sino de una degeneración espiritual que había llegado al punto de destruir el espíritu. En ellos, el colapso político, que más tarde se hizo más visible, estaba culturalmente indicado.

El bolchevismo artístico es la única forma cultural posible y expresión espiritual del bolchevismo en su conjunto ...

Una vez que revisemos el desarrollo de nuestra vida cultural en los últimos veinticinco años en revisión desde este punto de vista, nos horrorizaremos al ver hasta qué punto estamos involucrados en esta regresión. En todas partes encontramos semillas que representan el comienzo de crecimientos parásitos que, tarde o temprano, deben ser la ruina de nuestra cultura. También en ellos podemos reconocer los síntomas de descomposición de un mundo en descomposición lenta. ¡Ay de los pueblos que ya no pueden dominar esta enfermedad!"

Estos conspiradores judíos querían destruir la cultura cortando su conexión con el pasado. La élite cultural que permitió la introducción de este arte degenerado fueron cobardes y traidores a Alemania:

"Y a partir de este esfuerzo por eliminar el pasado de los ojos del presente, se podía ver clara y claramente la intención maligna de los apóstoles del futuro. Por esto debería haberse reconocido que no se trataba de concepciones culturales nuevas, aunque falsas, sino de un proceso de destrucción de toda cultura, allanando el camino para una estultificación del sentimiento artístico saludable: la preparación espiritual del bolchevismo político. Porque si la edad de Pericles parece encarnada en el Partenón, el presente bolchevique está encarnado en una monstruosidad cubista.
En este sentido, también debemos señalar la cobardía que aquí nuevamente se manifestó en la sección de nuestro pueblo que, sobre la base de su educación y posición, debería haber estado obligada a resistir esta desgracia cultural. Pero por puro miedo al clamor planteado por los apóstoles del arte bolchevique, que atacaron furiosamente a cualquiera que no quisiera reconocer la corona de la creación en ellos y lo ridiculizaron como un filisteo atrasado, renunciaron a toda resistencia seria y se reconciliaron con lo que después de todo parecía inevitable".

El concepto sobrevivió entre los nazis después de la Segunda Guerra. A medida que la palabra bolchevique dejó de ser popular, el concepto cambió un poco para que en los años 60 la ultraderecha hablara de marxismo cultural. Fueron casi exclusivamente antisemitas los que difundieron esta idea hace tan sólo 20 años. Gente como el rey de los conspiranoicos , Lyndon LaRouche o Willis Carto, que ya lo utilizaba en los 70. Las conexiones nazis de Carto, como Francis Parker Yockey, están bien documentadas.

Así que si se preguntan de dónde salen las joyitas que predican que los judíos están detrás de la inmigración masiva o el matrimonio interracial, aquí tienen la respuesta.
Hace unos quince años, el concepto fue corregido por activistas antiislámicos en torno al movimiento CounterJihad, que afirmaron que no eran antisemitas y minimizaron el papel judío...aunque no todos, como el caso de Steve Bannon.
El terrorista noruego Anders Brivik que en 2011 asesinó a más de 80 personas en un intento por detener la islamización de Europa, utilizó el concepto con frecuencia, como lo ejemplifican los siguientes ejemplos:

¿Cómo puede funcionar una democracia cuando el 98% de los periodistas de Europa occidental simpatizan abiertamente con el "marxismo cultural"? Estos "apagones de medios" deliberados son de naturaleza autoritaria ".

"La ideología del multiculturalismo (marxismo cultural) es una ideología de odio antieuropea cuyo propósito es destruir la cultura europea, la identidad y el cristianismo en general".

Así, hoy el mito continúa siendo exactamente el mismo que en los años 20. Una conspiración global, el intento de destruir la cultura y moral a base de personas LGBT, unos marxistas de la Escuela de Frankfurt dirigiendo la conspiración...en conclusión, y dicho fuerte y claro, los creyentes en el marxismo cultural están difundiendo un mito creado por los nazis[4].

 ¿Marxismo cultural, o neohegelianismo de izquierda?

De todos modos, alguien, especialmente los seguidores de la más moderada hipótesis Laje (que no incluye judíos), podría argumentar que el concepto de marxismo cultural no es por ser de origen nazi inválido, y tendría razón. Es por ello que voy a dedicarle algo más de energía para demostrar cómo esta idea, además de falsa, es conceptualmente inconsistente, basándome en el brillante análisis del administrador del canal de YouTube Hipster Posmos[5] y mis conocimientos personales en la materia. Por razón de esto último, no voy a poner demasiadas citas en el texto siguiente, por lo que pido disculpas y la corrección de quien sepa más que yo en caso de haber errores.

Antes de hablar del marxismo cultural como tal, tendremos que ir unos cuantos pasos más atrás, hacia la filosofía del alemán George Whilhelm Friedrich Hegel. Hegel era, según el consenso mayoritario, un idealista que defendió que el universo entero era un producto de la mente de Dios, en que surgía la Idea Absoluta. Esta Idea Absoluta, sin embargo, no podría revelarse en un mundo temporal como el nuestro en toda su plenitud de manera inmediata, sino que forzosamente debía hacerlo paso a paso, como una flor que lentamente despliega sus pétalos. Es aquí donde aparece otro concepto crucial de la filosofía hegeliana, que es el Espíritu. El Espíritu, como todo ser que requiere de una evolución temporal, atraviesa fases en su desarrollo, que se manifiestan en la historia humana como las distintas etapas que esta ha ido superando, todo esto con el objetivo de que el Espíritu se revele y descubra a sí mismo como el Espíritu Absoluto, en un proceso de progresivo incremento de la libertad de los individuos. El Estado es, pues, en el marco de la filosofía hegeliana, herramienta del progreso histórico. Es importante remarcar que la naturaleza de la evolución del Estado en la filosofía del conservador (en el sentido burkeano del término) Hegel, es de carácter ideal y no de origen estrictamente material. Esto es relevante porque, en cierto sentido, fue Karl Marx el encargado de invertir (a falta de un mejor término) esta dinámica.

Por el contexto en que creció y dio sus primeros pasos en la filosofía, era prácticamente imposible que Marx no fuese hegeliano, pese a lo cual no sabemos demasiado sobre su relación con Hegel, más allá de un texto de quince páginas que escribió cuando joven. Lo cierto es que Marx tomó un concepto clave de la filosofía hegeliana llamado dialéctica, un proceso que consiste, a grandes rasgos, en la fórmula Tesis (situación/concepto inicial) + Antítesis (contradicción que surge de la tesis)= Síntesis (situación o concepto nuevo). Para Marx (y con esto ejemplificaremos lo anterior), la historia de la humanidad no puede entenderse sino como la lucha de los oprimidos contra sus opresores en el poder, en que la tesis es el orden económico existente, la antítesis los conflictos que surgen en su seno, y la síntesis el nuevo orden que surge de la revolución violenta. En este sentido, Marx creyó que la economía era la base de todo orden social, en una forma de materialismo dialéctico. Y es aquí donde empieza lo interesante: cuando Agustín Laje nos habla de un marxismo cultural, está cayendo en una contradicción. Él argumenta que el marxismo ha cambiado su terreno de acción de la economía a la cultura por la vía de Laclau, que busca destruir las instituciones occidentales para establecer un colectivismo que conduzca al socialismo...sin darse cuenta de que eso no es más que un regreso al hegelianismo, a una concepción típicamente hegeliana de que las ideas son la base de las transformaciones. Una capitulación, si se quiere, del marxismo ante el capitalismo.

Si hablo de neohegelianismo de izquierda, es porque de hecho existen neohegelianos de derecha, como el famoso Francis Fukuyama, quien predijera en los noventa el fin de la historia.

    Bibliografía

1.Wattpad. "Refutando el Negacionismo del Holocausto". Ver informe completo en: https://www.wattpad.com/story/74170451-refutando-el-negacionismo-del-holocausto

2.Breitbart Watch and Alt-Right Watch. "The Nazi Roots of the Word 'Cultural Marxism'". Ver informe completo en: https://breitbartblog.wordpress.com/2017/02/15/the-nazi-roots-of-the-word-cultural-marxism/

3.Enciclopedia Británica. "Frankfurt School". Ver informe completo en: https://www.britannica.com/topic/Frankfurt-School

4.Breitbart Watch and Alt-Right Watch. "The Nazi Roots of the Word ”Cultural Marxism”. Ver informe completo en: https://breitbartblog.wordpress.com/2017/02/15/the-nazi-roots-of-the-word-cultural-marxism/

5.Hipsters Posmos. "¿Marxismo Cultural o Hegelianismo Cultural?, El Mito del Marxismo Cultural Parte I". Ver video completo en: https://www.youtube.com/watch?v=8Dv3pZB3e8k&t=31s


No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Qué son las terapias de conversión? La crítica de un católico

Este resumen no está disponible. Haz clic en este enlace para ver la entrada.